jueves, 11 de septiembre de 2008

Hotel Balneario Solares (Solares, Cantabria)

Éste es un hotel prácticamente nuevo, con unas instalaciones excelentes. Una parte del edificio conserva la antigua fachada del balneario, de principios del siglo XX, y en la zona más nueva se ha respetado el estilo, entre modernista y neoclásico, del edificio primigenio. El hotel se encuentra dentro de un hermoso parque, en el centro de Solares. Pasamos allí las noches de los días 5, 6, 7 y 8 de septiembre, en la habitación 317, una habitación amplia, con dos ventanales, que miran al patio y a la piscina del hotel, y un estupendo baño. Tuvimos algún problema para poner el aire acondicionado (caliente, pues estaba algo fresca la habitación) y con la televisión, por cierto, plana, pero lo solucionaron desde recepción. Del hotel es casi todo bueno y bonito: el edificio, las habitaciones, los jardines, el balneario –sobre todo el circuito hidrópolis-, etc. Destacaremos también el desayuno buffet (con un embutido ibérico de primera calidad). Por poner alguna pega diremos que los servicios del balneario resultan caros (nosotros los llevábamos reservados con la oferta) y las zonas comunes del hotel, a pesar de que no hacía muy mal tiempo, pecaban más de frías que de tener una temperatura agradable. También resultan caros los cafés en la cafetería: 2,40 €/café, mejor tomarlo fuera. El precio por habitación fue de 100 €/noche, dos personas, en alojamiento y desayuno, IVA incluido. Además el precio incluía también dos circuitos hidróplis por persona en el balneario (cuesta suelto 20 €/persona cada uno, se trata de una piscina llena de chorros de diferentes intensidades y formas, con el agua a 32-34 ºC. Se puede estar una hora dentro pero nadie te dice nada si estás más tiempo. Este circuito merece la pena) y dos accesos al espacio aguanaz por persona (éste no merece la pena, suelto cuesta, no recordamos bien , 8 ó 10 €/persona). La reserva la hicimos a través de booking.com (¡ojo!, hicimos dos reservas, una para los días 5 y 6 y otra para los días 7 y 8, de esta manera nos regalaban por cada reserva una entrada al circuito hidrópolis y al espacio aguanaz). La oferta a la que nos acogimos se llama Otoño termal.

Valoración: 8,5
A destacar: En general las instalaciones, el circuito hidrópolis, el desayuno buffet, estación de FEVE a 100 metros del hotel con trenes a Santander cada hora, la oferta Otoño termal no resulta tan cara como en principio pueda parecer.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

FEVE (Solares-Santander, Santander-Solares)

Un medio de transporte ideal para acercarse desde Solares a Santander. La estación de FEVE está a 100 metros del Hotel Balneario Solares y salen trenes para Santander (prácticamente te deja en el centro de Santander) cada hora desde las 7:16 hasta las 22:16. El trayecto dura 28 minutos. Para regresar desde Santander a Solares hay trenes también cada hora desde las 6:15 hasta las 22:15 (sábados, domingos y festivos hay otro tren que sale a las 23:00 y el domingo otro que sale a las 23:50). El billete de ida y vuelta cuesta 2,70 €. Hay bonos de 10 viajes mucho más baratos. Son trenes de cercanías que se asemejan más a un metro que a otra cosa. Prácticos y rápidos, es un transporte recomendable si se está alojado en Solares y se quiere olvidar uno del coche para ir a Santander, de esta manera, el conductor no tiene por qué renunciar a los vinos, con sus respectivas tapas, en la capital cántabra.

Valoración: 7,5
A destacar: Su puntualidad, te dejan casi en el centro de Santander, con bonos de 10 viajes sale muy barato.

martes, 9 de septiembre de 2008

Sidrería El Bodegón (Llanes, Asturias)


Una sidrería de toda la vida. Excelentes las porrochas que comimos. Un lugar para una cena de picoteo rápida –sirven sin demorarse- y salir airosos del paso.

Valoración: 6
A destacar: Buenos productos (las parrochas muy buenas), servicio rápido.

lunes, 8 de septiembre de 2008

La Tienda de Pedro García (Solares, Cantabria)

Una taberna-restaurante que merece una visita, quien pase por Solares no debe dejar de entrar en esta curiosa tienda. Parece que corría el año 1926 cuando el tal Pedro García fundó este comercio (ultramarinos, ferretería, un poco de todo). Se casó después y tuvo cinco hijos, todos ellos sin descendencia. En el año 1976 cerraron la tienda los herederos y no se volvió a abrir hasta finales de los años 90, ya convertida en lo que es hoy. Los actuales propietarios encontraron la tienda tal cual se cerró en el año 1976, con todos sus enseres y productos dentro, y así la han conservado, en lo medida de los posible. El mostrados, los suelos, las alacenas, los cajoncillos para la tortillería, los objetos de adorno, todo responde a su origen, porque nada hay falso, uno de esos locales que guarda todo el sabor de los comercios de los años 50. Y, además, se come muy bien. Tienes unas raciones muy bien preparadas y el servicio es excelente, llegan justo a tiempo y son muy agradables. Para comer tiene cinco mesas delante del mostrado y otras cuatro en la trastienda, preciosa, por cierto. Así pues, con estas señas, es fácil pensar que casi siempre está lleno por lo que hay que procurar reservar. Para comer se puede recomendar casi todo lo que hemos probado (comimos un día y cenamos otro): calabacines rellenos de gambas, croquetas de queso azul, mollejas de cordero encebolladas (excelentes), solomillo de vaca con setas, tarta de queso (muy rica), etc… Un lugar al que hay que ir, el sitio y la comida lo merecen.

Valoración: 9
A destacar: El local –precioso-, el servicio, la comida, muy buena relación calidad precio.

sábado, 6 de septiembre de 2008

El Rincón de Lucía (Santander)

En la calle Santa Lucía, 43, de Santander, se encuentra este bar en el que se pueden comer unas buenas tostas. Hay que tener un poco de paciencia, pues las prepara al momento, pero la espera merece la pena. Hemos estado allí dos días, es decir, repetimos. El primer día probamos una tosta de queso de cabra, tomate y reducción de módena y otra de solomillo con varias pimientas. El segundo día probamos dos tostas, una de rollo de jamón york y bonito del norte y otra de salmón con siete lechugas, que pensaba presentar el dueño del local, muy amable, por cierto, al concurso de pinchos de Santander. Suele tener ofertas de tosta+vino a 3,50 €. En general, el precio de las tostas está entre 2,10 y 2,40 €. El Rincón de Lucía programa en algunas ocasiones música en directo. Por la noche se convierte en bar de copas.

Valoración: 7
A destacar: Las tostas y la atención.